Desayuno en París Cuento de Justo Sotelo
Él había pasado la noche durmiendo sobre su hombro. De vez en cuando se separaban, pero en seguida volvían a acariciarse.
Se habían conocido en la Sorbona. Ella impartía un ciclo de conferencias sobre Pedro Salinas, y él se empeñaba en acabar su primer libro de poesía siguiendo la idea de "estilización" del poeta y su pasión por la alumna americana.
¿Pones música para mí?, le dijo ella tras abrir los ojos. ¿Jacques Brel?, le preguntó él descorriendo las cortinas. Brel... repitió poco después entre susurros, con esa mirada seductora que tanto le gustaba a ella. Lo haré si vuelves a despertarte sobre mi hombro, añadió. Creo que ya estamos despiertos, arqueó ella las cejas.
Se sentaron a desayunar en el pequeño balcón.
¿Cómo sería la luz antes de que existiera esta ciudad?, se llevó ella la taza a los labios. ¿Y la música?, dijo él con la rebanada de pan en la mano. La música y la luz de una ciudad sin hacer, dijo ella saboreando el café. ¿Recuerdas cómo éramos tú y yo antes de conocernos?, le dio a probar a ella. ¿Y tú cómo sería hacer el amor antes de haberlo inventado?, dijo ella masticando con delicadeza.
Brel decía algo sobre unos viejos amantes, pero ellos ya no le escuchaban.
"Cuentos de los viernes" (2015), Narrativa Bartleby. Madrid.